Para controlar el dron, así como para procesar material fotográfico y de vídeo, las fuerzas de ocupación rusas equiparon el aparato con dos ordenadores a la vez. El primero es un Raspberry Pi 5 de placa única en miniatura, y el segundo es un mini PC en toda regla. Se trata de un Mini PC F8 chino, etiquetado por la marca rusa Raskat (NEW IT PROJECT LLC), que está alojado en su propia carcasa externa. El dispositivo tiene una versión con licencia del sistema operativo Windows 11. Este equipamiento del UAV de reconocimiento ruso fue comunicado por la Inteligencia de Defensa de Ucrania.
La óptica desempeña un papel clave en el reconocimiento aéreo, por lo que los militares rusos equiparon el dron con una cámara china SIYI ZR10 con un zoom óptico de 10 aumentos y un sistema de estabilización de tres ejes. Además de realizar tareas de vigilancia, el UAV también puede utilizarse para ajustar ataques. Al mismo tiempo, lo más destacado de esta configuración es la antena de comunicaciones por satélite Starlink. Los observadores se están dando cuenta cada vez más del uso del servicio de SpaceX en drones rusos, no sólo de reconocimiento, sino también de ataque. El especialista en radiocomunicaciones y drones Sergey “Flash” Beskrestnov señaló recientemente en Telegram que los casos de instalación de terminales Starlink en drones Molniya son cada vez más frecuentes y muestran signos de instalación industrial y no artesanal.
El dron FPV de tipo aeronáutico Molniya-2R se lanza desde una catapulta y está equipado con dos motores montados en las alas. Anteriormente, la DIU informó de la presencia de drones de ataque del mismo tipo, en los que el objetivo es seleccionado por el operador directamente durante la emisión desde la cámara de a bordo. Estos vehículos aéreos no tripulados están optimizados para un tiempo de vuelo prolongado y están equipados con una “ojiva mejorada”.
Los componentes identificados demuestran el uso sistemático por parte de Rusia de tecnologías occidentales y comerciales en drones militares, a pesar de las restricciones impuestas por las sanciones. El uso de software bajo licencia, mini PC civiles y comunicaciones por satélite Starlink subraya la capacidad de Rusia para adaptar las tecnologías disponibles para la guerra y, al mismo tiempo, demuestra la vulnerabilidad de las cadenas de suministro mundiales al uso militar indebido.
