La gente del siglo XXI está muy interesada en los viajes espaciales y en las posibilidades de colonizar otros planetas del sistema solar, incluido Marte. Todos sabemos que necesitamos oxígeno para vivir, pero sólo la Tierra puede satisfacer esta necesidad del cuerpo humano.
¿Qué deberíamos hacer para encontrarnos viviendo en Marte, por ejemplo? Y la respuesta a esta pregunta es sencilla e ingeniosa: experimentar, pensar y trabajar duro. Los inventores chinos siguen estas normas. Son responsables del desarrollo de un robot químico único.
El estudio, publicado en la revista Nature Synthesis, sostiene que la producción de oxígeno in situ es clave para futuras misiones al Planeta Rojo. Marte contiene grandes cantidades de hielo de agua, que puede convertirse en oxígeno e hidrógeno si se procesa adecuadamente. Sin embargo, para ello se necesitan catalizadores eficaces que puedan promover la descomposición de las moléculas de agua a temperaturas bajas similares a las que se encuentran en el planeta.
Andy Cooper (químico de la Universidad de Liverpool) señala que si uno se propone volar y vivir en el Planeta Rojo, tendrá que trabajar con materiales locales. Por tanto, la lógica de la investigación china es clara.
Al mismo tiempo, Jun Jiang, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, situada en Hefei, promueve activamente los resultados de su trabajo a escala internacional. Él y su equipo crearon un robot dotado de inteligencia artificial y un láser. Un robot es una máquina móvil del tamaño de un frigorífico medio equipada con un brazo robótico. Analizó 5 meteoritos traídos a la Tierra desde Marte o encontrados directamente en nuestro planeta y simuló la superficie marciana. El objetivo de estas acciones era identificar las posibilidades de la invención.
El sistema, basado en inteligencia artificial, utilizó ácidos y álcalis para disolver y separar el material y, a continuación, analizó los compuestos químicos resultantes, que constituyeron la base para hallar más de 3,7 millones de fórmulas de las sustancias adecuadas que podrían descomponer el agua que se sabe que existe en Marte en forma de hielo y bajo la superficie del planeta.
Se sabe que los mejores representantes del mundo científico habrían tardado unos 2000 mil años en realizar este trabajo, pero el químico robótico hizo los cálculos necesarios mucho más rápido. En concreto, construyó un modelo predictivo, estudió más de 50.000 artículos sobre química e inventó una prometedora fórmula catalizadora en seis semanas. Una prueba de esfuerzo a 37 grados Celsius bajo cero demostró que el resultado podía producir oxígeno de forma constante sin deteriorarse.
Según Luo Yi, director del Centro Nacional de Investigación de Física Molecular, se sabe que los robots de IA pueden desarrollar automáticamente nuevos materiales que ayuden a producir oxígeno y alimentos, construir bases en planetas del sistema solar y sintetizar más sustancias químicas a partir de recursos marcianos para facilitar la exploración espacial humana.