En la órbita terrestre baja, se registró un peligroso acercamiento entre un satélite Starlink y una nave espacial china recién lanzada.
El incidente fue comunicado por el vicepresidente de Starlink Engineering, Michael Nicholls. Señala que, tras el lanzamiento de nueve satélites desde el cosmódromo de Jiuquan, el operador no coordinó los parámetros orbitales ni los procedimientos para evitar colisiones. Según SpaceX, uno de los vehículos chinos se aproximó al satélite STARLINK-6079 a una altitud de unos 560 km, y la distancia mínima entre los objetos era de unos 200 metros, lo que exigía tomar medidas para evitar una colisión.
Los satélites Starlink están equipados con sistemas automáticos de evasión, pero su funcionamiento eficaz requiere datos precisos sobre las órbitas de otros objetos; sólo en los seis primeros meses de 2025, los vehículos Starlink realizaron más de 144.000 maniobras para evitar posibles colisiones. Al mismo tiempo, la empresa china CAS Space, que lanzó nueve satélites desde Jiuquan, declaró que se basa en sistemas de control espacial terrestres para seleccionar las ventanas de lanzamiento y evitar objetos y desechos conocidos. Al mismo tiempo, CAS Space señaló que el incidente se produjo casi 48 horas después de la separación de la carga útil, cuando las maniobras de control en tierra ya no podían afectar al encuentro, que SpaceX cita como factor de riesgo clave.
Actualmente hay más de 24.000 objetos en órbita terrestre baja -satélites y basura espacial-, lo que supone un 76% más que en 2019. A finales de la década, su número podría aumentar hasta 70.000 debido a los proyectos globales de Internet por satélite en EEUU, China y Europa. Esta densidad supone una amenaza real de colisiones en cadena, conocidas como síndrome de Kessler, cuando un solo impacto puede generar cientos de nuevos restos. Para evitar una catástrofe, los ingenieros mejoran constantemente los sistemas de evasión automática, los algoritmos de predicción de trayectorias y los métodos de coordinación de lanzamientos, ya que la órbita se está “abarrotando” tanto que incluso un pequeño satélite puede convertirse en una amenaza para toda la autopista espacial.
El incidente de Starlink muestra lo crítica que se está volviendo la coordinación en una órbita terrestre baja densamente poblada. A medida que aumente el número de satélites y de basura espacial, este tipo de encuentros pueden ser más frecuentes, y los sistemas de evasión eficaces y el intercambio de datos entre operadores se convertirán en un factor clave de la seguridad espacial.

