Wi-Fi, el hilo invisible que nos conecta al mundo de Internet, tiene una historia fascinante. De pequeña idea a revolución mundial en la forma de comunicarnos, la Wi-Fi se ha convertido en parte integrante de nuestra vida cotidiana.

¿Qué es el Wi-Fi?

Wi-Fi es una de las tecnologías más importantes del mundo moderno, que permite conectar de forma inalámbrica varios dispositivos a Internet o entre sí. Esta tecnología utiliza ondas de radio para transmitir datos, proporcionando un acceso rápido a Internet sin necesidad de cables de red. La Wi-Fi puede funcionar a distintas frecuencias, normalmente 2,4 GHz o 5 GHz, cada una con sus propias ventajas en cuanto a velocidad y alcance de la señal.

La base de Wi-Fi son las normas desarrolladas por el grupo IEEE 802.11, que definen cómo se transmiten los datos a través de redes inalámbricas. Con el tiempo, estas normas se han actualizado para admitir velocidades de datos más rápidas y una mejor conectividad en distintos entornos. Hoy en día, el Wi-Fi facilita la conexión de smartphones, ordenadores, tabletas, televisores, dispositivos domésticos inteligentes y mucho más, lo que hace que nuestra vida digital sea más cómoda y esté más conectada.

Una característica importante del Wi-Fi es que permite crear redes de área local (LAN) en casa o en la oficina sin necesidad de tender cables de red. Wi-Fi también es compatible con tecnologías de protección de datos como WPA2 (Wi-Fi Protected Access 2), que protege los datos transmitidos de accesos no autorizados.

Gracias a su versatilidad y facilidad de uso, el Wi-Fi se ha convertido en parte integrante de nuestra vida cotidiana, permitiéndonos conectarnos a Internet rápida y fácilmente en cafés, aeropuertos, hoteles, lugares públicos, así como en casa y en el trabajo.

Historia de la red

La historia de la invención del Wi-Fi incluye el trabajo de muchos científicos e ingenieros, pero una de las principales figuras en su creación es Victoria Wilson, junto con su colega John O’Sullivan, de la Agencia Nacional de Investigación Australiana CSIRO. En los años 90, trabajaron en un proyecto que buscaba formas de utilizar las ondas de radio para la transmisión inalámbrica de datos. Su investigación y desarrollo se convirtieron en la base de la tecnología Wi-Fi que hoy se utiliza en todo el mundo.

El principal avance asociado a su trabajo consistió en el uso de una técnica conocida como espectro ensanchado, que permite transmitir datos a larga distancia con gran velocidad y fiabilidad, incluso en condiciones antes consideradas difíciles para las comunicaciones por radio.

Sus contribuciones al desarrollo de redes inalámbricas no sólo ayudaron a crear la Wi-Fi tal y como la conocemos hoy, sino que también fueron importantes para el desarrollo de otras tecnologías inalámbricas. El equipo del CSIRO ha recibido numerosos premios y reconocimientos por sus inventos y contribuciones a la ciencia y la tecnología.

¿Cómo funciona el Wi-Fi?

Cuando utilizas Wi-Fi, en realidad tu dispositivo se comunica con un router que está conectado a Internet. El router convierte los datos digitales de Internet en ondas de radio, que luego recibe el dispositivo. Estas ondas de radio utilizan un campo electromagnético para transmitir información, permitiendo que los datos viajen por el aire.

Veámoslo paso a paso y con más detalle:

1. Cuando conectas tu dispositivo a una red Wi-Fi, envía una solicitud de conexión al router. Si introduce la contraseña correcta (en el caso de una red segura), se establece la conexión.
2. Una vez establecida la conexión, el router empieza a transmitir datos entre Internet y tu dispositivo mediante ondas de radio. Estas ondas se codifican y descodifican mediante algoritmos especiales para convertir los datos digitales en una forma adecuada para su transmisión por el aire y viceversa.
3. La mayoría de las redes Wi-Fi modernas funcionan en dos frecuencias principales: 2,4 GHz y 5 GHz. Los 2,4 GHz ofrecen un mayor alcance de la señal y una mejor penetración a través de obstáculos, pero pueden ser más propensos a interferencias con otros dispositivos. 5 GHz ofrece mayores velocidades de transmisión de datos y es menos propenso a las interferencias, pero su alcance es menor.

4. Las redes Wi-Fi utilizan varios métodos de cifrado, como WPA2 (Wi-Fi Protected Access 2), para proteger los datos transmitidos, lo que garantiza una conexión segura entre los dispositivos y el router.
5. El router también actúa como gestor de red, asignando direcciones IP a los dispositivos conectados y gestionando el tráfico en la red para un rendimiento óptimo.

Algunos datos interesantes:

• El primer dispositivo Wi-Fi no estaba destinado a usuarios corrientes. Los primeros usos de la tecnología Wi-Fi se centraron en las redes corporativas y la investigación científica más que en el uso doméstico.
• El primer dispositivo Wi-Fi se basó en la norma IEEE 802.11, ratificada en 1997. Esta norma sentó las bases de la comunicación inalámbrica.
• Las primeras redes Wi-Fi tenían velocidades de transferencia de datos muy limitadas: sólo 2 Mbps, muy por debajo de los estándares actuales.
• Los primeros dispositivos Wi-Fi eran mucho más grandes que los modernos. Los routers y adaptadores eran voluminosos, lo que limitaba su portabilidad.
• El coste de las primeras redes Wi-Fi era elevado, lo que las hacía inasequibles para un amplio abanico de usuarios.
• Los primeros dispositivos Wi-Fi solían tener problemas de compatibilidad debido a la falta de normas unificadas.
• Los problemas de seguridad no se abordaron adecuadamente en las primeras versiones de Wi-Fi, lo que llevó al desarrollo de protocolos seguros como WEP y, más tarde, WPA.
• A pesar de sus humildes comienzos, la tecnología Wi-Fi ha evolucionado rápidamente para ofrecer velocidades cada vez más rápidas, mejor cobertura y mayor seguridad, convirtiéndola en parte integrante de nuestra vida cotidiana.

A lo largo de los años, la tecnología Wi-Fi ha evolucionado notablemente con velocidades más rápidas y mejor cobertura, lo que la ha hecho indispensable en redes domésticas y comerciales. Gracias a ello, podemos conectarnos a Internet casi dondequiera que haya una señal Wi-Fi disponible. Todo esto ha cambiado nuestra forma de informarnos, comunicarnos, trabajar y jugar, haciendo que el acceso inalámbrico a Internet sea universal y cómodo para los usuarios de todo el mundo.