¿Está pensando en cambiar a una versión más reciente de Windows? Espere un poco y piense si lo necesita en este momento. Antes de hacer el cambio, ten en cuenta todas las ventajas del viejo y fiable Windows 10. Así evitará posibles malentendidos y no se arrepentirá después de su elección.
Al utilizar cualquier programa informático, los aspectos clave son la funcionalidad, la minimización de errores, la facilidad de uso y la interacción entre el usuario y el ordenador.
Windows 10 se lanzó allá por 2015, pero sigue ofreciendo una estabilidad y funcionalidad impresionantes. Se ha anunciado que el soporte para este sistema operativo finalizará en 2025. No podemos evitar pensar en sistemas tan clásicos como Windows 7 o XP, que también fueron conocidos por su fiabilidad en su momento. De esta forma, Windows 10 seguirá siendo relevante y práctico durante al menos 5-7 años, si no más, ¡igual que otras versiones históricas de Windows!
Considere las razones para quedarse con Windows 10
- Número mínimo de errores y fallos.
Esta es la razón principal por la que deberías abstenerte de actualizar al nuevo Windows 11. Cada nueva versión de Microsoft Windows requiere al menos 4-5 años para que el sistema operativo sea estable. Es curioso que cuando Windows por fin es fiable, Microsoft saca de repente un nuevo sistema operativo con un montón de fallos y defectos, ¡y todo se repite en un ciclo interminable como el baile de un rastrillo!
Dicho esto, es probable que Microsoft tarde al menos otros 2 años en mejorar por completo Windows 11, que se lanzó en 2021. Sin embargo, como todos sabemos, es posible que Windows 12 ya esté disponible para entonces. Según algunos informes, ¡puede que esto ocurra incluso este año! Escribimos sobre esto en el artículo anterior“Qué características necesitará Windows 12”
- Hardware, software y controladores antiguos.
Si su ordenador tiene más de 6-7 años, existe la posibilidad de que el hardware o los componentes no sean compatibles con el nuevo sistema operativo Windows 11. Es posible que los fabricantes se nieguen a liberar nuevos controladores para este sistema operativo, especialmente si el hardware ya está fuera de producción y no está previsto que sea compatible con Windows 11.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué debemos tirar equipos en buen estado que pueden durar más? Antes de actualizar completamente al nuevo sistema operativo, asegúrese de comprobar la compatibilidad de su hardware y la disponibilidad de controladores para Windows 11.
- La velocidad de la interfaz y el rendimiento.
Windows 10 es impresionante en términos de rendimiento y estabilidad en comparación con Windows 11. La interfaz de Windows 10 tiene una gran capacidad de respuesta, y el Explorador en particular funciona de forma eficiente y fiable, algo que los usuarios pueden esperar experimentar a diario.
Por ejemplo, si utilizas los mismos editores y versiones de programas para procesar, editar, renderizar y dar salida al vídeo, Windows 10 es más productivo y gestionará las tareas más rápido que Windows 11. Incluso operaciones sencillas como trabajar con archivos o lanzar cualquier aplicación son más rápidas en Windows 10.
- Actualizaciones estables y rápidas.
Las actualizaciones de Windows 10 impresionan por su estabilidad. Mientras que en Windows 11, casi todas las actualizaciones hacen que algo se rompa o deje de funcionar. Por supuesto, esto se corregirá con el tiempo, pero eso será en el futuro.
A modo de ejemplo, una importante actualización lanzada en noviembre de 2023 (versión 23H2) provocó desgraciadamente problemas, concretamente, una ralentización del conductor. Este es un punto importante, ya que el Explorador de Windows ya ha sido rediseñado y redibujado tres veces en Windows 11. Además, se descubrieron otros fallos.
Además, se nota que las actualizaciones en Windows 10 se descargan e instalan más rápido que en Windows 11, lo que se suma a la experiencia positiva del proceso de actualización. Esto también puede deberse al tamaño de la propia actualización.
- No hay conexión con una cuenta de Microsoft.
Windows 10 no requiere que estés vinculado a una cuenta Microsoft, a diferencia de Windows 11. En este caso, la instalación habitual del sistema operativo requiere pasos y procesos adicionales.
Al instalar Windows 11, sin duda tendrá que vincularse a una cuenta, ya que se hace necesario en casi todos los niveles de funcionalidad. Esta atadura añade algunos inconvenientes durante la instalación y el funcionamiento posterior. Aunque proporciona ciertas bonificaciones y ventajas, no es un hecho que las necesites como simple usuario.
Además, en Windows 11 ha aumentado el número de elementos publicitarios. Y mientras que en Windows 10 se puede desactivar a través de la configuración estándar, en Windows 11 resulta ser más difícil.
- Seguimiento, telemetría y peso pesado
La última razón importante para permanecer en Windows 10 es el alto nivel de vigilancia, telemetría y peso general del sistema operativo Windows 11. En Windows 7, prácticamente no había rastreo, y en Windows 10, aparecía, pero se podía desactivar. Sin embargo, en Windows 11, se convierte en un sistema de vigilancia constante, además de que se le añaden anuncios, como se ha descrito anteriormente. Curiosamente, una parte significativa de los recursos utilizados por Windows 11 se dedica a la telemetría y al seguimiento de los usuarios.
En general, no hay que tener miedo a las cosas nuevas, pero todo tiene su tiempo. Y el artículo anterior“Qué características necesitará Windows 12” te lo cuenta con elocuencia.