Incluso hace 18-20 años, conectar aparatos innovadores a un PC era un gran problema. Sin embargo, hoy en día este problema se ha resuelto, ya que todos los usuarios pueden adquirir el tan necesario USB – Universal Serial Bus.
La historia del formato USB comenzó en la década de 1990. Desarrolladores de Intel, Microsoft, Philips y US Robotics han realizado esfuerzos considerables para conseguirlo. Se propusieron crear una interfaz que permitiera conectar uno, dos o más dispositivos, y que fuera clara y fácil de usar para la mayoría de la gente.
USB 1.1
Los primeros ordenadores personales con USB incorporado empezaron a aparecer en el mercado a finales de los 90, y los primeros PC con USB se lanzaron en 1995. Por regla general, se situaban en la parte posterior del dispositivo y soportaban el estándar USB 1.1, que se caracterizaba por una tasa de cambio de hasta 12 Mbps.
Sin embargo, había un número limitado de PC de este tipo, por lo que periódicamente se les denominaba Bus Serie Inútil. Pero esto no duró mucho, ya que los fabricantes no tardaron en darse cuenta de que sería un negocio muy rentable, y las ventajas de la nueva tecnología eran evidentes, por lo que a principios de los años noventa, la mayoría de impresoras y escáneres ya podían conectarse mediante USB.
USB 2.0
El año 2000 estuvo marcado por la mejora de la versión actual de la tecnología USB, por lo que se introdujo la versión USB 2.0.
Se libró de muchos problemas, por ejemplo, el de la velocidad de transferencia de la información. Este fue el impulso para el desarrollo de las unidades flash, que resultaron ser mucho más cómodas y funcionales que los ya conocidos disquetes, cuyos formatos se caracterizaban por su escasa capacidad. Además, las unidades USB han conseguido cambiar los soportes ópticos.
Este formato de conexión ha demostrado ser práctico para conectar cualquier periférico, adaptadores Wi-Fi y otros dispositivos. Y la velocidad de transferencia de 480 Mbps hizo posible que estos y muchos otros aparatos fueran extraíbles.
En la mayoría de los casos, los dispositivos modernos están diseñados para soportar el estándar USB 2.0.
USB 3.0.
Sin embargo, si necesita reiniciar el sistema operativo o transferir grandes archivos de información de un dispositivo a otro, es mejor utilizar la tecnología USB 3.0, ya que tiene una velocidad de transferencia de 5 Gbps y permite intercambiar álbumes de fotos enteros, secuencias de vídeo a 1080p y archivos de audio sin pérdidas rápidamente y sin perder calidad.
Por ejemplo, los chipsets de Intel admiten hasta 14 puertos USB por ordenador.
Versatilidad, facilidad de uso y velocidad son, por tanto, las principales razones por las que muchos portátiles modernos están equipados con puertos de expansión sólo USB.