Muchos de nosotros hemos oído hablar del término “rehabilitación”, que hace referencia a las medidas destinadas a restablecer las funciones corporales perdidas tras lesiones, fracturas, etc. Las más difíciles son las lesiones causadas por derrames cerebrales o lesiones medulares, que a menudo dejan a los pacientes postrados en cama y en silla de ruedas. Por eso los médicos utilizan cada vez más “exoesqueletos” para ayudarles a aprender a andar de nuevo.
El exoesqueleto es un armazón externo que reproduce la biomecánica humana para aumentar la fuerza muscular.
La creación de dispositivos humanoides tenía como objetivo ayudar a las personas discapacitadas que no podían moverse por sí mismas. Las obras antropomórficas se diseñaron por primera vez a principios de la década de 1980 en el Instituto de Arte y Diseño que lleva el nombre de A.A. Kuznetsov. Michael de Belgrado para pacientes con parálisis de miembros inferiores. Hoy en día, podemos observar la demanda de sistemas exoesqueléticos activos, que se clasifican según diversas características. Así, estos dispositivos se dividen en dos grupos según el tipo de fuente de energía y el principio de accionamiento:
- activo;
- pasivo.
por localización:
- para las extremidades superiores;
- para las extremidades inferiores;
- un traje exoesqueleto.
por peso:
- ligereza (hasta 5 kg);
- mediano (5-30 kg);
- pesados (más de 30 kg).
por el número de funciones:
por la movilidad del paciente:
- móvil;
- arreglado.
Algoritmo del exoesqueleto para rehabilitación
El “esqueleto externo” es un sistema electrónico inteligente controlado por el paciente, que envía las señales necesarias a su cerebro. El deseo de dar un paso se forma como un impulso nervioso en el cerebro y se envía a los músculos de las extremidades a través de la médula espinal. Es este impulso el que recoge el exoesqueleto y ayuda al paciente a dar un paso. Tras la repetición repetida, se forman nuevas conexiones nerviosas fuertes.
Principales ventajas de los exoesqueletos robóticos
- Mejora de la movilidad. El dispositivo proporciona una mayor amplitud de movimiento y estabilidad a las personas con discapacidad, que pueden moverse con mayor independencia. Los sensores del esqueleto mecánico detectan los movimientos del usuario y se ajustan en consecuencia.
- Mejorar la calidad de vida. Proporcionan a los pacientes un nuevo nivel de independencia y libertad, lo que tiene un efecto positivo en la autoestima y aumenta la confianza en sí mismos. El resultado es un mayor compromiso social.
- Reducir el dolor y la fatiga. Permiten a los usuarios realizar las tareas cotidianas con facilidad, reducen el dolor y el riesgo de caídas y otras lesiones.
- Mejora del funcionamiento físico y cognitivo. El dispositivo ayuda a recuperar la fuerza y la memoria muscular. Además, los usuarios de exoesqueletos robóticos han informado de la mejora de sus funciones cognitivas, como la memoria y la capacidad para resolver problemas.
Además, los exoesqueletos médicos pueden proporcionar datos precisos sobre la evolución de los pacientes, lo que ofrece a los médicos información valiosa para personalizar los planes de tratamiento. Así pues, los exoesqueletos no son sólo herramientas terapéuticas, sino también potentes dispositivos basados en datos para la medicina personalizada en el campo de la rehabilitación física.