Érase una vez los casetes. Hoy es Google Drive… ¿Qué será lo próximo, y están los soportes físicos realmente al borde de la extinción?

La nostalgia de los soportes físicos a menudo nos hace sonreír: ¿quién de nosotros no recuerda el sonido de leer un disquete o hacer una selección de canciones en un casete antes de salir a dar un paseo? Sin embargo, no hace tanto tiempo nos preocupaba si el mismo disquete tendría espacio suficiente para una nueva versión de una aplicación, y hoy tenemos un smartphone con cientos de gigabytes en el bolsillo. En este artículo, examinaremos la evolución de los disquetes, las casetes, los discos ópticos y las unidades flash, y también miraremos hacia el futuro: qué podría sustituir a las tecnologías modernas.

Disquetes y casetes

Hubo un tiempo en que los disquetes eran una forma universal de transferir varios cientos de kilobytes de información. Hoy, su capacidad es una especie de broma. Sin embargo, en las décadas de 1980 y 1990 eran indispensables, y los disquetes IBM de 8 pulgadas y más tarde de 3,5 pulgadas se utilizaban en ordenadores personales y en equipos de diversas industrias.

Imagínate en aquellos años, cargando un programa desde un disquete del tamaño de la palma de la mano, observando atentamente la luz indicadora mientras el cabezal lee la capa magnética. 1,44 MB en un 3,5″ es demasiado poco ahora, pero entonces era suficiente para transferir documentos entre ordenadores, instalar programas/juegos y hacer copias de seguridad. IBM y Sony lograron un gran avance, ya que a mediados de los 90 se vendieron más de 5.000 millones de disquetes al año. Algunos sistemas siguieron dependiendo de estos soportes incluso en el siglo XXI: los dispositivos médicos y de aviación a veces funcionaban con disquetes debido a su estabilidad. Pero con su capacidad limitada, su lentitud y su obsolescencia física, el disquete empezó a ser sustituido.

Los casetes (casetes de audio, casetes de datos para los primeros ordenadores) parecían ser un medio asequible durante aún más tiempo, pero cada carga podía llevar mucho tiempo, y el riesgo de fallo debido a una cinta en mal estado dificultaba la fiabilidad. A medida que se fue disponiendo de soluciones de almacenamiento más rápidas y grandes, los casetes se convirtieron en un tema de interés sólo para los entusiastas de lo retro que aprecian el sonido único de la película analógica.

Discos compactos CD/DVD

Ha llegado la hora de la óptica: los CD (aproximadamente 700 MB) y más tarde los DVD (4,7-8,5 GB) nos permitieron almacenar muchos más datos. ¿Recuerdas cuando comprabas álbumes en CD o películas en DVD? Hoy en día, la gente prefiere el acceso instantáneo (streaming de música/vídeo, bancos de fotos en la nube) antes que comprar y almacenar discos. Como consecuencia, las ventas de discos han caído y las unidades han desaparecido de los portátiles y de muchos PC. Sin embargo, siguen existiendo en algunos ámbitos: archivando datos importantes, recopilando ediciones de música o para la recuperación de sistemas sin conexión. Pero su papel se está reduciendo, ya que tanto su velocidad de grabación como su facilidad de acceso no pueden competir con las unidades flash o la nube.

Memorias USB y almacenamiento en la nube

Las memorias USB han cambiado aún más la situación: son portátiles, bastante fiables y cada vez más grandes (un pequeño dispositivo con decenas o incluso cientos de gigabytes en el bolsillo). Han sustituido fácilmente a los disquetes y CD en el intercambio cotidiano de archivos. Sin embargo, incluso las unidades flash están sujetas a limitaciones debido al riesgo de pérdida, rotura, corta vida de escritura/reescritura y problemas de seguridad al transferir datos confidenciales. Siguen siendo útiles en ausencia de Internet, pero está claro que su papel cotidiano está disminuyendo gradualmente.

Además, el intercambio de archivos se realiza cada vez más a través de servicios en la nube, ya que significa acceso instantáneo desde cualquier dispositivo, copias de seguridad automáticas y colaboración. Según los datos, más de 2.300 millones de personas utilizarán ya el almacenamiento personal en la nube en 2025. Hoy, ellos (Google Drive, Dropbox, OneDrive, iCloud, etc.) se han convertido literalmente en el estándar. Fotos, documentos, copias de seguridad del teléfono: todo se almacena en línea. Debido al crecimiento de los volúmenes de datos (hasta 200 zettabytes) y a la necesidad de acceso remoto, la nube se ha convertido en una herramienta imprescindible tanto para los usuarios normales como para las empresas.

¿Hacia dónde vamos? Futuras tecnologías de almacenamiento

Proyecto de sílice (cristal de cuarzo). Microsoft está experimentando con la grabación de datos en el espesor del cuarzo transparente utilizando láseres ultrarrápidos. Unas placas del tamaño de un portavasos podrían almacenar terabytes de datos durante miles de años sin necesidad de energía constante. Esto es ideal para los archivos, pero actualmente sólo está disponible en los laboratorios. Por ejemplo, ya están almacenando la película Superman sobre cristal para probar su resistencia en condiciones extremas.

Almacenamiento óptico 5D. Los científicos están creando tecnologías que graban datos en vidrio en cinco dimensiones (tres dimensiones espaciales más la polarización y la posición de las nanoestructuras). Debido a su impresionante densidad (cientos de terabytes por disco) y durabilidad (posiblemente miles de millones de años), esta idea es muy prometedora para conservar información histórica y científica.

Almacenamiento del ADN. Los estudios demuestran que un gramo de ADN puede almacenar decenas de petabytes de datos, y la estabilidad de la molécula garantiza la conservación de la información durante cientos de años en las condiciones adecuadas. Actualmente, el elevado coste del compuesto dificulta su uso, pero la reducción gradual del precio podría allanar el camino para archivar los datos más importantes de la humanidad.

Materiales cuánticos del futuro. Las prometedoras investigaciones en el campo de los dispositivos de almacenamiento cuántico deberían proporcionarnos velocidades y volúmenes de datos increíbles, pero aún están lejos de su uso generalizado.

Consejos para los usuarios

Como ya se ha dicho, los soportes físicos están perdiendo gradualmente importancia en la vida cotidiana: rara vez compramos discos o memorias flash: todo está en la nube. Sin embargo, no podemos abandonar por completo el almacenamiento local, ya que aún existe cierta necesidad de acceso sin conexión y de archivos seguros.

  1. Nostalgia frente a sentido práctico. Si tienes disquetes o casetes con datos/memorias valiosos, te recomendamos que planifiques su transferencia: digitaliza el audio de los casetes, transfiere los archivos del disquete a un soporte moderno o a la nube antes de que el viejo soporte falle definitivamente.
  2. Copias de seguridad locales. Incluso con la nube, deberías tener una copia en un disco SSD o externo.
  3. Elige bien la nube. Comprueba la encriptación y las políticas de almacenamiento y eliminación de datos del proveedor. Para archivos confidenciales, es mejor combinar las opciones local/nube.
  4. Mantente atento a las nuevas tecnologías. Si te dedicas al archivado a largo plazo (datos científicos, historias familiares, etc.), no pierdas de vista el desarrollo de las tecnologías del vidrio y el ADN. Sí, aún no están disponibles a gran escala, pero es probable que en el futuro se conviertan en la norma para conservar información importante.

Al final, aunque ya no llevemos disquetes en el bolsillo ni metamos un casete en un tocadiscos, es la historia de estas tecnologías la que nos muestra hacia dónde se dirige el progreso. Cada paso no era un simple salto tecnológico, sino que formaba parte del gran sueño humano de vencer al tiempo. Hoy estamos en el umbral de un futuro increíble en el que nuestros conocimientos estarán literalmente grabados en vidrio o codificados en nuestro ADN para preservar la historia de la civilización durante miles de años.

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