Una conocida empresa polaca ha dado un interesante y controvertido paso hacia el futuro. El fabricante de ron Dictador ha convertido a un robot humanoide llamado Mika en el primer director general de una empresa internacional.
El robot humanoide fue desarrollado junto con empleados de Hanson Robotics, con sede en Hong Kong. Son los autores del mundialmente famoso robot Sophia. Mika se identifica como mujer y es una versión más modificada de su hermana.
Mika no sólo es el Director General de la empresa, sino también miembro del equipo directivo. Es responsable de la comunicación con la organización autónoma descentralizada en nombre de la corporación. Un contrato que especifica todas las características y la función del robot. Este documento entró en vigor el 1 de septiembre de 2022. Hoy, Mika dirige Dictador desde hace más de un año.
David Hanson, Consejero Delegado de Hanson Robotics, ha desempeñado un papel clave en este nombramiento. Subrayó la importancia de “humanizar” la inteligencia artificial. También afirmó con seguridad que cree firmemente que en el mundo moderno es importante enseñar a la IA a cuidar de las personas para que sea realmente segura y fiable. David Hanson cree que el proceso de humanización de los robots es un campo de actividad muy importante.
Recientemente se celebró una entrevista con Mickey y la periodista de Fox Business Lauren Simonetti. En el reportaje de vídeo, el director general de Dictador afirma que, con la ayuda de algoritmos avanzados de inteligencia artificial y aprendizaje automático, puede gestionar con rapidez y precisión los datos de la información.
Sin embargo, Lauren Simonetti señaló que hay un desfase importante en el tiempo que Miki procesa la información y elabora una respuesta completa a las preguntas que recibe.
Aunque el robot humanoide se encuentra a menudo con problemas durante su trabajo, esto no le impide seguir adelante. La lista de logros de Miki como líder femenina no hace más que crecer. El mes pasado fue elegida profesora honoraria de la Universidad Collegium Humanum de Varsovia.
Así, el experimento demuestra que los robots humanoides pueden desempeñar las mismas funciones que los humanos, a la vez que estrechan lazos sociales como resultado de una “humanización” exitosa.