Errores en el funcionamiento de Windows y macOS

Algunos usuarios están acostumbrados a percibir el sistema operativo como algo completamente fiable y bien establecido, porque nos acompaña todos los días y parece impecable. Sin embargo, ningún software puede ser perfecto, por lo que ni siquiera plataformas tan populares como Windows y macOS están libres de todos los errores posibles. Las causas de los fallos pueden ser muy diversas. Lo peor es que a veces la reacción incorrecta del usuario sólo empeora la situación y la hace más difícil de solucionar. Unos conocimientos básicos y la capacidad de actuar con calma y sin pánico serán suficientes para hacer frente a la mayoría de los problemas. En este artículo, consideraremos los problemas más comunes que causan errores en Windows y macOS.

Identificar y resolver errores

Los bloqueos cotidianos de Windows suelen manifestarse en forma de reinicios espontáneos del sistema o congelaciones inesperadas durante el funcionamiento. Una de las causas más comunes son los conflictos de controladores de dispositivos, cuando una nueva impresora o tarjeta de vídeo no puede interactuar correctamente con el sistema operativo. Los errores suelen aparecer tras instalar actualizaciones críticas, cuando rompen parcialmente la configuración existente. Estos fallos también pueden producirse por acciones incorrectas del usuario. Por ejemplo, borrar archivos del sistema con la esperanza de liberar espacio u optimizar el rendimiento del ordenador. El propio sistema suele informarte de la naturaleza del problema: aparece un código de error correspondiente, un cuadro de diálogo con una breve explicación. Si reaccionas a tiempo, puedes evitar un fallo.

A veces, el mismo problema se muestra de distintas formas. Por ejemplo, Windows puede mostrar “pantallas azules de la muerte” cuando el sistema interrumpe el trabajo e informa de un fallo crítico. Estas situaciones suelen estar asociadas a conflictos de hardware y a ajustes incorrectos de la BIOS. En macOS, puedes notar un apagado brusco del dispositivo o un “cursor de muerte arco iris giratorio”. Los errores también pueden ocultarse en aplicaciones que dejan de funcionar bruscamente, enviando al usuario a una ventana de informe de fallo. A veces basta con reiniciar la aplicación o deshacer los ajustes modificados para restablecer la estabilidad habitual del sistema.

Para que te hagas una idea, aquí tienes un pequeño escenario en el que un ordenador con Windows se vuelve extremadamente lento después de instalar un nuevo software antivirus. Al mismo tiempo, sobrecargar el sistema proporciona una mejora a corto plazo, pero inmediatamente después de iniciar el antivirus actualizado, todo empieza a ralentizarse de nuevo. En este caso, debes comprobar la compatibilidad de tus programas y desactivar todas las funciones de seguridad obsoletas o duplicadas. Si el problema persiste, deberías probar con otro antivirus o trabajar temporalmente con la protección integrada de Windows Defender hasta que encuentres una buena solución.

Tampoco puede decirse que macOS sea un sistema 100% seguro contra errores inesperados. Los usuarios de Mac suelen tener problemas con las actualizaciones cuando, tras instalar una nueva versión del sistema, algunas aplicaciones dejan de funcionar y aparecen ventanas con errores y una petición de “actualizar la aplicación”. Otra causa de fallos puede ser un sistema atascado debido a la acumulación de archivos temporales, caché y residuos de aplicaciones desinstaladas sin éxito. Aunque macOS suele estar mejor optimizado, los conflictos con dispositivos, especialmente de terceros, siguen siendo un problema. Además, no es infrecuente que una versión incorrecta del controlador de impresora o la instalación de una fuente provoquen fallos inesperados.

Los errores del sistema relacionados con la conexión a Internet son una categoría aparte. En Windows, suelen producirse cuando se pierde el acceso a la red, y el Centro de conexiones de red indica un fallo del controlador. Los usuarios de Mac se enfrentan a la pérdida de Wi-Fi o a que el sistema operativo no pueda completar el proceso de conexión, aunque el router funcione sin problemas. Estos fallos pueden resolverse actualizando la configuración del sistema de red, comprobando el router y restableciendo la configuración TCP/IP. A veces basta con desconectar y volver a conectar el Wi-Fi para que el sistema reinicie los servicios internos responsables de la conexión.

Si el error está relacionado con el controlador, comprueba si hay una versión más reciente disponible en el sitio web oficial del fabricante del hardware. Un controlador obsoleto puede no ser compatible con los módulos actualizados del sistema, lo que puede provocar un fallo. Del mismo modo, si una determinada aplicación no funciona correctamente en un nuevo entorno (por ejemplo, tras una actualización de macOS), prueba a descargar la última versión de la aplicación desde la App Store.

Para evitar estos problemas, debes seguir unas cuantas reglas sencillas pero eficaces. En primer lugar, asegúrate siempre de que las actualizaciones que instalas son compatibles con tu hardware y software. En segundo lugar, debes comprobar regularmente el estado del sistema mediante las herramientas integradas (Windows Update, Diagnóstico de Disco, etc.), y en macOS, no debes descuidar la Búsqueda de Actualizaciones y utilizar la app integrada Utilidad de Discos para comprobar la integridad de tus soportes. En tercer lugar, debes limpiar los archivos de caché, las carpetas temporales y las aplicaciones innecesarias que puedan afectar negativamente a la estabilidad del sistema. Por último, si ves la primera señal de un fallo, lo mejor es que hagas una copia de seguridad previa de tus datos y luego averigües dónde se esconde el origen del error.

En resumen, cuando algo va mal, lo primero que hay que hacer es mantener la calma y recopilar cuidadosamente información sobre el fallo. Si el sistema genera un código de error, cópialo o anótalo por separado, ya que te ayudará a encontrar una solución en la base de conocimientos oficial de Microsoft y Apple y en los foros de usuarios. No te apresures a cambiar configuraciones críticas y eliminar archivos sospechosos sin una copia de seguridad: corres el riesgo de empeorar la situación. Luego, si los métodos habituales no funcionan (reiniciar, actualizar controladores, buscar virus), lo más probable es que tengas que reinstalar el SO o ponerte en contacto con un especialista. Pero en la mayoría de los casos, puedes resolver el problema por tu cuenta, siempre que los diagnósticos se realicen de forma coherente y sin prisas.

No existe una receta universal que proteja completamente contra todos los errores, pero ambos sistemas ofrecen muchas posibilidades de recuperarse rápidamente de un fallo. Cuando aparezcan los primeros síntomas, como un funcionamiento lento, mensajes de error extraños o la imposibilidad de iniciar tu aplicación favorita, debes actuar inmediatamente antes de que la situación se vuelva crítica. Los sistemas operativos, como los organismos vivos, a veces también necesitan mantenimiento preventivo y cuidados esmerados.

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